La fiebre de las uñas esculpidas no para de crecer. La cantante Rosalía y su «¡tra! ¡tra!» con esas garras de cientos de euros influyó en esta moda con más adeptas cada día. Yo misma he sucumbido a esta manicura. Podrás leer el artículo sobre mi experiencia con mis primeras uñas acrílicas en mi próxima review, te aseguro que ha sido infartante…

Ahora quiero daros toda la información que me habría gustado tener en mi poder antes de decidir si pasar o no por el Nail Spa.

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¿Qué son las uñas acrílicas?

Es un tipo de extensión o uña esculpida que se forma por la unión de dos componentes acrílicos, un líquido (monómero) y un polvo acrílico (polímero), que da como resultado de la mezcla una pasta que se adhiere a la superficie de la uña. Fragua al contacto con el aire y, una vez seca, se puede limar y pulir.

Motivos por los que te planteas unas uñas acrílicas

Estos son algunos reclamos que animan a poner en práctica esta manicura:

  • Te muerdes las uñas habitualmente.
  • Tienes unas uñas quebradizas.
  • Quieres aumentar la longitud de tus uñas.
  • Quieres unas uñas más resistentes al contacto.
  • Quieres unas uñas estéticamente perfectas y de larga duración.

Si te has sentido identificada con alguno de estos puntos eres carne de cañón para sucumbir a unas uñas acrílicas «¡tra! ¡tra!». La dureza y resistencia de este material impedirá que te comas tu uña natural; la uña adherida al acrílico no se quebrará por sí sola; puedes escoger la longitud que quieras cuando hables con la técnico de estética; y son ideales para lucir una manicura impecable durante 2 semanas, la opción perfecta si tienes un evento importante a la vista.

Proceso y creación de las uñas acrílicas

La colocación de este material sobre tu uña natural es un proceso que, en centros especializados, puede durar entre una hora y media y dos horas (si dura menos, sospecha del método y del centro), y es que la creación de estas uñas esculpidas roza lo artesanal, pudiendo dejar la manicura en una forma y color simples o haciendo auténticas virguerías con la incrustación de materiales como plásticos y cristales Swarovski (entre otros). El resultado será una uña perfecta, brillante y pulida, muy resistente y de un grosor mayor al de tu uña natural.

Etapa de preparación

En esta etapa se empieza acondicionando la uña para aumentar la duración y fijación del acrílico y también para evitar la proliferación de bacterias durante el tiempo que lleves esta manicura.

  1. Se empuja la cutícula hacia la matriz o se extrae con un corta cutículas (esta segunda opción no es nada recomendable, ya que una mala praxis por parte de personal no cualificado puede provocar micro heridas e infecciones que deriven en inflamación local o reacciones inmunitarias exacerbadas como la sepsis).
  2. Pulido de la superficie de la uña para abrir el poro y así lograr la sujeción del material a la uña natural.
  3. Retirada del polvo del limado con un cepillo o brocha y desengrasado de la uña con un primer desengrasante, o agente limpiador.

Etapa de aplicación

En este punto se pueden utilizar tips de uñas, que son unos apliques con formas y longitudes estándar que se adhieren a la uña con pegamentos especiales sobre los que luego se aplicará el acrílico, gel o fibra de vidrio.

Otra opción que se puede llevar a cabo es la escultura de la uña, que es la creación de la uña acrílica de cero, apoyándose en una plantilla autoadhesiva que se encaja en el hiponiquio y que actúa como esqueleto para alargar la reconstrucción lo que se quiera. El proceso de aplicación sería el siguiente:

  1. Se aplica una capa de líquido adherente que funcionará a su vez como antifúngico, para fijar el material y reducir el riesgo de proliferación de bacterias dañinas en la unión entre nuestra uña y el acrílico.
  2. A continuación se mezcla el monómero y el polímero para formar pequeñas perlas de masilla acrílica que se descuelgan sobre la uña y a las que se les da forma gracias a un pincel.
  3. Una vez seco el acrílico se retira la plantilla que sirvió de guía y se procede al rebaje de pliegues, irregularidades y sellado del material con una lima o torno pulidor.

Etapa de acabado

Una vez creada la uña se dará la forma y acabado que se desee con la lima. A continuación, se utilizará nuevamente el agente limpiador para retirar los residuos, se aplicará una nueva capa de adherente y se terminará aplicando una o dos capas de color con esmaltes semipermanentes que se secarán y fijarán gracias a una lámpara UV o LED.

Peligros y enfermedades

¡Ojo! No es oro todo lo que reluce. Si tu intención es sustituir tu uña natural por esta manicura en un tiempo prolongado debes tener en cuenta los peligros que entraña esta técnica:

  •  Los componentes químicos de estas extensiones, como los acrilatos, pueden provocar en algunos casos inflamaciones, reacciones alérgicas y dermatitis en nuestras falanges. Se han dado casos de mujeres que han llegado a perder la uña completa al verse afectada la matriz por estos motivos.
  • Tanto el pulido inicial de la uña como el propio material acrílico son agentes agresivos que adelgazan la lámina ungueal. Por ello, un uso prolongado de este tipo de extensiones, o un mal cuidado de las mismas, puede hacer que nuestras uñas se vean mucho más débiles y quebradizas, incluso que antes de hacerse la manicura.
  • La rotura o fisura del material (de forma visible o no visible) puede provocar la filtración de bacterias y hongos que proliferen y hagan enfermar nuestra uña al encontrar, bajo nuestras acrílicas, un lugar protegido de las radiaciones solares y el aire.
  • Una enfermedad que puede derivar del uso de esta manicura es la onicólisis que es la separación de la uña de su lecho ungueal. Suele ser doloroso y, en algunos casos, irreversible.
  • Los gases tóxicos que se desprenden de algunos componentes químicos utilizados en estos materiales tanto en la colocación como en la extracción de las uñas, como son los formaldehídos (altamente volátiles), pueden ser nocivos para nuestra salud, llegando a ser cancerígenos en exposiciones prolongadas.

Conclusión

Como ves, puede ser peor el remedio que la enfermedad. Estas manicuras no son la solución a problemas o enfermedades previas, sino meros parches estéticos. Los demás verán una manicura perfecta, sí, pero quizás pagues un precio muy alto. Por eso, si sufres de alguna patología en manos y uñas descarta esta opción. Solo si gozas de una buena salud te puedes plantear esta manicura y siempre con precaución: ve a un sitio especializado, que te de «buena vibra» y valora el precio, ¡a veces lo barato sale caro!

Ya sabes dragona, guapa sí, pero como decimos en Galicia… ¡Con sentidiño! «¡Tra! ¡tra!» .

Author Iris

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